domingo, 28 de julio de 2013

Todavía

Eras tú.

Y se nos daba tan bien crear distancias

como habitar trincheras.

Éramos nosotros y era el desafío de mirarnos

siempre desde los rincones más oscuros.

Pero a veces nos salvábamos a besos,

nos ganábamos a orgasmos altos, eléctricos.

Yo era el laberinto

y nunca te pedí perdón.

Llevo conmigo ese nosotros borroso y aguado

pero vivo.

Eras tú, el latido.

Y el día que te fuiste recuperamos los sentidos,

todo volvió a ser normal, todo respiraba.

Menos esa parte de mí,

profunda y callada,

que todavía te nombra. 







martes, 16 de julio de 2013

Ventanas abiertas.

Soltarse. Ese era el paradigma, el origen de todo.  Comprender que a veces, evitar un camino, nos alejará de algo incierto y oscuro.  Hoy aludes al dolor, y él te apunta con su arco brocado. Pasamos la vida huyendo de esas flechas, más esquivarlas es postergar lo inevitable. 

Tiene que dolerte y tienes que aprender. Y discernir tu espacio, bellísimo y único.  Nunca unos ojos ajenos te devolverán tal intimidad, nunca besará tus manos una verdad semejante. 



Traga esa piedra. Y luego otras. Siéntelas y vive sin olvidar los rechazos, la indiferencia, el vacío al que te confinaron sin ser culpable nadie. Todo ocurre por algo y el motivo eres tú,  es tu escalera, es tu raro laberinto. El paso ahora es lento, agónico.  Más sabes que todo es cíclico y volverá a empezar donde lo dejaste. 


Ventanas, si todo son ventanas abiertas tienes que creérlo.  Si dentro de ti un paraiso emerge aún desconociéndolo, sabrás del significado. Porque en lo que hoy lloras, mañana habrá una siembra y después la incertidumbre que brilla como un faro en la oscura noche del tiempo. 


Y porque nunca lo sabrá aquel partícipe que no te oye, que no tiembla contigo, que no es nada. 

Y por eso nada está escrito. 


Aquello que creíste firme hoy se desvanece y todo es soltarlo. Dejarlo ir,  página a página.  Con su lodo y sus sombras, incluso con la vida que pudo darte; aquel respiro necesario.  Dejar que sea. Dejar que muera. Dejar que sólo sea un verso transitorio, la siguiente puerta que se abre  a lo que en realidad has sido siempre.  















http://letras.com/mumford-sons/1854463/

domingo, 14 de julio de 2013

Las mujeres cantan al romperse.


Pétalos negros en sus labios que manchan el aire

de una sucia soledad.


De noche en las alcobas se teje el abismo:


fibra a fibra seremos materia deshechable.


Y nos quedamos con nuestro amor, casi ridículas.


Y por  no decirlo cantamos desde la sangre


sin que el hombre nos descubra 


vacías y solas en la madrugada.


Las mujeres saben que en lo oscuro


pueden permitirse la flaqueza, 


pueden soltar trenes y paisajes,


las horas en las que estuvieron vivas. 


Para morir después se conceden el instante


y el recuerdo y la fatiga del pasado 


y los cuadernos donde brillaba la suerte. 


Las mujeres mueren en los océanos,


en las calles solitarias, en el rincón del beso,


allí donde fueron felices.




miércoles, 3 de julio de 2013

Vacío


A veces todo es un gran vacío disfrazado de certezas.

Esa nada oculta entre los ojos de la gente y sus palabras,
entre azoteas donde el verano clava su bandera,
está escondida entre las horas que pasamos pretendiendo.

Pero todo ese vacío avanza, impregna las paredes,
se filtra por la piel hasta la sangre,
extiende su dominio en tus adentros.

Y disimulas comprando otra película, pagando por vivir
apenas un segundo que te libre de ese abismo.

Te pones tu vestido, ríes simpre por si acaso,
brindas por la vida que se asienta hinchada de promesas.

Qué poco brillan las ciudades sin embargo
cuando el hueco gigantesto e indecible
llega destrozando las consignas, las barreras, los disfrazes.

Qué pequeño es el espacio que se asigna a las verdades
y cuánta eternidad es la precisa para entender algo como esto:

Vinimos hasta aquí  para estar solos,
pero nadie nos dijo cómo hacerlo.
















http://www.youtube.com/watch?v=yX4iIPlwS5c