lunes, 27 de enero de 2014

Retirada

Cierran tarde los negocios del corazón en la noche fría. Piden el abrigo absoluto de lo que viene siendo cualquiera. He descrito el universo con mi tacto helado sobre espaldas que negaban lo posible. Noche tras noche describiendo mi páramo olvidado, dibujando en la ceguera. Y ahora la madrugada me ve llegar tranquila, ciertamente triste, pero tranquila. Metí el corazón en un taxi, pagué la deuda, no entregué mis ruinas. Sólo somos los espejos donde los demás se miran un instante. Migraciones desesperadas a otros cuerpos para entender el mundo. Me ve soñar la aurora y la casa rompe su vacío. Toda luz me alumbra silenciosa cuando extiendo la mano y toco el futuro. Allá donde estoy naciendo todavía. 


domingo, 19 de enero de 2014

El ejercicio


Uno y otro. No siempre dos. Triángulos, grupos, unidades, medias partes, fragmentos minúsculos. ¿Cómo medimos esto? Tampoco el tiempo nos sirve. Toda palabra encerraría lo que somos. Ni tan siquiera somos nuestros nombres. No eres lo que amé. No amaste lo que fui. Sin embargo hubo amor. Amor en los bajos fondos. En la verdad entredicha. En aquella mano que propuso una huida. Amor en el momento en que dejé de amarte. ¿No lo ves? Cuando dije siempre, era siempre. A través de los kilómetros, de los exilios, de los silencios, de los amantes. Siempre. Uno y otro.  Y todo lo demás. 



jueves, 16 de enero de 2014

Uno


Barro. Restos de la noche. Prendas que han caído sin querer. Propósitos que enterré en secreto. Nombres clavados en mí. Todo cuanto pude decirle al mundo se condensó en la rabia. Y la rabia en mi paisaje blanco acuchilló el vacío. Transforma mi dolor el tiempo y no puedo deshacer esta nostalgia que me da otros ojos que no son míos, que son los de un  animal herido que está solo y que asume su terror callado. Sangre. El ruego al otro lado de la ventana. Máquinas tristes mueven el mundo. Escribo con violencia. Todo se ha ido.      


 
Foto de Ryan McGinley

domingo, 12 de enero de 2014

Be dark



Sé la noche oscura. Sé los ojos fieros. La mano que desciende. Sé los labios encendidos. La casa fría por culpa de esas miles de ausencias. Llora. Sola o en compañía. Encuentra otra puerta, sal por otras manos. Olvida al resto. Muere un poco cada día. Sé consciente del océano, de los horizontes intocables, de los paisajes prohibidos. Recuerda el dolor, la herida del mundo. Piensa en el otro amándote a ti misma. Nunca te dejes sola. Sé la noche oscura.

Tiembla si, salvajemente, la vida responde. 


jueves, 9 de enero de 2014

Fuera del instante.

El bullicio del pensamiento lleno de plagios, de irreverentes apariencias, de disfraces. Apártalo todo. Desciende a solas. ¿Lo ves? Toca con tus manos lo que hay en el fondo; yo sólo quiero la riqueza del cuerpo amigo, su beso libre, que la noche nos encierre en su infinitud púrpura.  No temas. No amaré nada fuera del instante. Leeré en silencio los versos negros del recuerdo. No me verás llorar volviendo a la vida, esa farsa.  
 


domingo, 5 de enero de 2014

De nadie


Porque desconozco esos ojos, ese aliento, ese tacto en los labios que arde; y porque no me importa su nombre esta noche, en este momento de luz angosta donde el pasado es casi polvo, y porque no, porque no existo en el momento en que pronuncia mi forma, mis huesos, mi sangre, mi tiempo, porque me abro al mundo en un instante de esperanza y porque luego no soy de nadie y así me basta, así me significo con el mundo.