The end
Pantallas en blanco en negro.
Los créditos vacíos.
Los teléfonos sólo murmuran el eco del verano.
Acaricia mis sienes la brisa de la noche,
todavía
te pienso
y la orquesta del corazón me mira atenta
esperando el siguiente compás.
Pero yo sólo leo libros,
miro los árboles, los lagos,
me dejo abrazar por mis fantasmas.
The
end en las esquinas
ya sin nosotros derramando espejismos.
Todo es tan real, tan definitivo...
Hemos acabado con otro sueño.
Los cines se vacían.
La ausencia arde sobre el asfalto,
las tardes compactan su nada.
Somos un exilio constante.
Ya podemos caminar libres
sobre nuestros cristales rotos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario