"Sé del miedo cuando digo mi nombre".
A. Pizarnik
Por el miedo agarro amigos y hablo quedamente
de las desventuras grises de mi vida. Rocíamos juntos la desidia.
Por el miedo me río ante la mano tendida que convierto en garra
y arrugo la frente que me besan los de menos confianza.
Por el miedo pego un trago con mis sombras y bajo las persianas
cada primavera, ensuciando así mi oculta verdad.
Por él reparto los fragmentos mínimos,
y expongo las palabras justas, por él me visto deprisa
y salgo a la calle como quién se mete en un circo.
Por el miedo estoy dejándome mitades, inventando las costumbres.
Por el miedo nunca me he salvado de mí misma
y voy con mi peso de lirios, con mis tratados de oscuridad
a lugares donde nunca nadie reclamó coraje.
Por el miedo me hice un nudo horrible
en los brazos gélidos, petrificados, que no me asían.
Por él descuelgo los teléfonos y le abro cremalleras a la noche,
nunca miro en los buzones, nunca arruino mis dolores,
no me doy la vuelta por si acaso,
no convengo en la armonía.
Por el miedo respiran mis poemas y me vuelvo algo visible,
por él puedes nombrarme suavemente,
por el miedo me entrelazo a mis demonios,
por el miedo estas rendijas estrechándome,
este vómito de tiempo.
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