miércoles, 29 de agosto de 2012


Saldremos a beber, a la tormenta.

Y nos miraremos, estando lejos cada uno de su drama.

La noche será otra vez un sólo cuerpo, un único papel.

Una mujer me dirá que tú no esperas, sólo estás.

Yo responderé como es habitual

que el amor está invirtiendo en otros labios.

Y seguiremos bebiendo como si la vida fuera en serio.

Como si el amor no pasara por aquella esquina de viento.






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martes, 28 de agosto de 2012


Recorrer la Antártida de tus sueños,

acudir al trino de tu pequeña alegría y florecer

como si siempre fuese Abril, como si nunca fuera tarde.

Vida que me das la llave antigua de mi alcance,

estoy besándole las manos a quién me abre en la noche.

Partiremos sin preguntas, sabremos del amor y sus mil caras,

podremos renombrar historias y envenenarnos de nuevo.

Pero ya todo será distinto bajo la luz del tiempo,

todo se volverá real cuando sepamos irnos

y no escondamos nunca más aquello que somos,

aquello que nunca nos pidieron.

lunes, 13 de agosto de 2012


He aquí, en la fosa de las certezas,
mis manos cerradas desconociendo razones.

Ya no siendo sino estando.

Simplemente estoy aquí como podría estar ayer
en la sorpresa de un timbrazo,
en la fiesta de otros cuerpos
o en el mar aciago de la soledad tragándome.

Todo relativizado bajo estos éxodos que me dejan
una sensación extraña y líquida.
A veces todo se derrumba alrededor
bajo los fuegos violentos de nuestras verdades.

Somos papel mojado, agua entre los dedos.

Nada perdura tanto como el propio recuerdo
y nada es tan cierto como para merecer ser contado.

Todo lo que amamos nos es extraño a veces
y los dogmas se diluyen poco a poco en este paisaje
de castillos viniéndose abajo.

Tú en el derrumbe preguntándote quién eres.
Tú, en lo caído, por fin eres algo más que el mismo eco,
más que tu propio credo, más que toda tu soberbia.

Todo lo demás son huellas en la nieve.

martes, 7 de agosto de 2012



No me extraña que siempre esté escapando:

detrás de mí corren los lobos hambrientos

a desgarrarme el corazón en una orgía de pena.




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viernes, 3 de agosto de 2012

Ya no hay búsqueda alguna,
pues la búsqueda en sí misma es sólo sombra y deseo.

Cuando obvié todo esto vinieron otros pasos más livianos,
más sencillos.

Ahora que amo todo lo etéreo, todo lo volátil,
y el miedo es tan sólo un murmullo de fuegos lejanos,
no me importaría tocar el suelo mañana.

No me importaría porque ya quedé impregnada de existencia.
Has traído la música y las orquestas a este cementerio de silencio.
Has sido la mano levantando el vuelo de mis faldas.

Tú sin máscaras, tú acaricias mi vientre y abres los campos,
tú has venido sin fechas, sin nombres, sin hablar del destino.

Sólo quiero leerte un poco más
hasta quedarme dormida y que otros dolores me despierten.

Sólo abro este círculo para soltarme ;
encuentro entre mis sombras la belleza naciendo,
dándome el alimento dulce del instante,
pues nada hay en la búsqueda más que el paso emprendido,
el viaje hacia ti mismo aunque fallen las señales,
la ruta que emprendimos aquella vez sin pretenderlo.

Y aquí puedo volar entre los papeles perdidos de mi historia,
aquí puedo concederme la eternidad sincera de tu ahora,
y por eso sin buscarte pude por fin encontrarme:
hermosa es la recompensa del latido.