jueves, 17 de abril de 2014

La espera


Extiende el verso tu nombre por mis labios y tengo una sed que no termina, que habla de tu piel y de tu mano que tiembla cuando recoges el pasado y lo pones en la mía, ¿sabes? restallan muy cerca los truenos, la primavera es sólo una excusa, el latido insiste en referirse a tu posible, pero algo cansado aparece tras tus ojos, algo que vivía y respiraba, algo que no moría tantas veces en la línea de un poema; por eso me he quedado quieta observando desde lejos los incendios y con el amor sentado en las rodillas, tejiendo universos en el glaciar inmenso de una soledad tan parecida, tan necesaria para ambos.


No hay comentarios: