sábado, 26 de abril de 2014

Primavera



Se desgrana la primavera entre tus dedos
con un grito de pétalos blancos a lomos del aire enfurecido.
Cruzan  nubes de tormenta sobre el perfil arisco de una ciudad de piedra
y todo se fragua en el fuego:
un nido caliente de oxígeno, una habitación que está torcida,
unas piernas que crecen, que se doblan hacia el delirio
y todas las estrellas cayendo en tu espalda mientras suena mi música desafinada.
Mis huesos imperfectos, mi extraño océano con sus mareas,
tus manos en mis nalgas como estrangulando selvas
y el dios que emerge oscuro de estos labios
nombrando apenas algo que no entiendo
pero que tiene que ver contigo.


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