El bullicio
del pensamiento lleno de plagios, de irreverentes apariencias, de disfraces. Apártalo
todo. Desciende a solas. ¿Lo ves? Toca con tus manos lo que hay en el fondo; yo
sólo quiero la riqueza del cuerpo amigo, su beso libre, que la noche nos
encierre en su infinitud púrpura. No
temas. No amaré nada fuera del instante. Leeré en silencio los versos negros del
recuerdo. No me verás llorar volviendo a la vida, esa farsa.
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